Desde la llamada Revolución Verde, hace aproximadamente medio siglo, la agricultura industrial ha ido desplazando a otros tipos de agricultura tradicionales. Y uno de los sectores de más importancia
para la agroindustria es la venta y distribución de semillas.
Consideramos que la utilización de semillas industriales supone varios problemas, entre ellos la dependencia del mercado para su obtención, la utilización de variedades según criterios comerciales y no de calidad del alimento, la pérdida de adaptabilidad a la zona de cultivo…
Todo ello creemos que va estrechamente unido a la pérdida de diversidad cultural, en concreto, a la desaparición progresiva de los huertos familiares que antes eran tan frecuentes. Con las huertas tradicionales-familiares se daban las condiciones necesarias para que en espacios relativamente reducidos se diera una gran variedad de especies, lo que unido a prácticas agrícolas no agresivas (no uso de pesticidas y herbicidas, escaso uso de maquinaria…) conseguía pequeños espacios de una gran riqueza. Una de las prácticas que hacía que esto fuera posible es la extracción y conservación de la simiente de los propios cultivos.
Sin embargo, en el panorama actual, los recursos fitogenéticos -al igual que el agua, el suelo o el aire- se están viendo inmersos en un doble proceso de degradación y mercantilización, estando en el punto
de mira de las nuevas tecnologías. Ante esto, y considerando las semillas como un bien de importancia vital, nosotros pretendemos, con la reedición de esta guía, ofrecer una herramienta que contribuya a recuperar parte de esos conocimientos prácticos necesarios en el aprendizaje hacia una vida más autosuficiente.
Y aunque somos conscientes de que el dossier que tienes en tus manos puede parecer en exceso metódico -al estar orientado para la extracción de semillas puras y a gran escala-, pensamos que puede tener una utilidad práctica en pequeñas huertas.
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